Y bueno, así algunos aún resistan, parece que entramos lentamente pero con paso firme en la era de las piñatas. Si no me creen, miren estas fotos y seguro se animaran porque estan todos preciosos!!!

En una noche de invierno belga...

Nevaba por fuera cuando nos reencontramos en casa de Aida. La verdadera anfitriona estaba en realidad en la barriga y será una mezcla hermosa e interesante entre la India y Bolivia. De resto, ya se lo imaginan, no hubo que darle mucho vino a Diego para que hablara toda la noche.

De hecho cuando menos nos dimos cuenta Montse (si, reapareció!!) estaba atrapada en una esquina bajo las teorias socio-psico-culturales del mayor de los Ruizes... por suerte está ejerciendo su profesion de psicóloga todos los dias asi que no alcanzó a percatarse de la dimensión del problema. Y ninguno fue a salvarla, algunas porque estaban embobadas con los bebes de Mariona y la China, otros porque estaban demasiado ocupados intentando entender que habia sido la vida de tal y de aquel desde la ultima vez que nos vimos, que en el kot carrefour, que en kot latino, que en no se que país, en alguna boda, y que que sabes de tal, y que como fue el matrimonio de aquel..., otros porque estabamos preocupados por cómo encarar la orgia gastronómica y no morir en el intento, que las quiches de Aida, la tortilla de Mariona, el Tiramisu de Maria Ines, la mousse au chocolat de Montse, las papas a la no me acuerdo de Claudia y en fin ni siquiera habia empezado mi quinto vino ni mi segunda tanda de postres y ya se había ido la noche...