sábado, 15 de diciembre de 2007
viernes, 23 de noviembre de 2007
domingo, 11 de noviembre de 2007
viernes, 9 de noviembre de 2007
Quito
Con Vero compartimos unos calamares de entrada y un lemon pie de postre. Entre uno y otro nos dio tiempo de recorrer nuestras vidas desde que nos despedimos en el kot latino hace seis años. Y bueno, bueno, está bien, también alcanzamos a recorrer las vidas de otros cuantos…(es que Vero es toda una dama super ocupada y no se mete lo suficiente a facebook y anda un poco desactualizada!!)
Con Michel compartimos un aguacero quiteño y una visita por su universidad donde lo miran y le hablan como a un señor (si, yo se, a mi tambien me costó creerlo, sobretodo después de haber sido cokotteurs!!, pero bueno, ya me acostumbre a que yo sea la única que no madura…).
Lo mejor: el abrazo! el lovainero, el de verdad, el de “no importa cuando ni donde putas nos volveremos a encontrar en el mundo pero ahí estamos…”
Nadia
lunes, 24 de septiembre de 2007
lunes, 17 de septiembre de 2007
Ron Zapaca Centenario, añejo 23 años…
Próxima ronda de negociaciones: el próximo viernes para una noche sin fin!!! No se comprometen a mostrar las fotos…
miércoles, 12 de septiembre de 2007
el tiempo pasa...nos vamos poniendo feos
Nunca olvidaré al Rupay, obligado a contar el famoso chiste del mono frente a sus padres... ¿qué?, ¿no lo conocen aún?... ¡DALE RUPAY, contanos el chiste del mono, dale!
martes, 11 de septiembre de 2007
Encuentro, 4 neolouvanistas en Asunción
sábado, 8 de septiembre de 2007
LA MEXICANA CALIENTE, por el Chino.
El caso es que a mitad de curso, más o menos, Heinke, Sebas y yo mismo llegamos a una Entente Cordial con nuestras parejas (supongo que la idea partió de la China). Como teníamos por costumbre bebernos una piscina de cervezas tras el partido y llegar a casa a las tantas, el jueves se quedó consagrado al ludismo y la festividad individual, pasando a denominarse "jueves de chicos". Las chicas intentaron hacer algo parecido pero no contaban con el nudo gordiano de la constancia del futbol, así que creo que solamente tuvieron un "jueves de chicas" si mi memoria no me falla.
El caso es que lo que solíamos hacer, tras jugar el partido y bebernos unas cuantas cervezas, era cambiarnos de ropa e irnos al Kot Carrefour, a ver qué se cocía por ahí. Y luego cada uno a su casa propia (prohibido ir a visitar a las chicas).
Una de esas noches, inadvertidos de la presencia de un elemento disuasorio de primer nivel, a partir de ahora denominado mexicana caliente, el trío antes nombrado se encaminó hacia el lugar de costumbre.
Una vez llegados a la fiesta, y tras adquirir las obligatorias cervezas, comenzamos la vuelta de reconocimiento. No recuerdo muy bien con quién nos habíamos parado a hablar en el hall de entrada al Kot. Yo personalmente creo que me adelanté para saludar a alguien que se encontraba en el salón que servía de pista de baile. Y allí, en el salón, se manifestó la cosa. Levantaba no mucho más de un metro por encima del suelo y era más fea que Björk chupando un limón. Eso sí, sus carencías físicas las disimulaba con una meritoria voluntad, digna de toda envidia.
La primera aproximación hacia mi persona no fue precisamente sutil. No recuerdo siquiera si me preguntó el nombre o de dónde era, pero cuando me di cuenta la tenía de espaldas frotándose el trasero contra mi bragueta. Previamente me había arrinconado, de tal modo que me el Chino limitaba al sur con la pared, al este y al oeste con una turba de personas y al norte con un trasero con ganas de marcha. En ese momento, Sebas y Heinke ya andaban cagándose de risa en el Hall.
No contenta con los frotamientos, la mexicana caliente se decidió a dar un paso más y luego otro. Se dio la vuelta y de puntillas comenzó a besarme el cuello. Yo intentaba apartarla como podía sin hacerle daño pero ella se resistía con todas sus fuerzas. Cuando comenzó a agacharse, levantarme la camiseta y besarme el ombligo y alrededores ya comenzó a cundir el pánico. Yo empujaba como podía mientras miraba a los chicos suplicándo ayuda. Heinke ya comenzaba a dar muestras de nerviosismo. La mexicana se agarraba a mí como la mujer araña. Ni que decir tiene que Sebas seguía cagándose de risa.
Heinke acudió a salvarme de una violación más que segura, pero no contaba con el giro sorpresivo que iba a tomar el asunto. La mexicana caliente miró hacia arriba y de mi ombligo saltó al cuello de Heinke a la velocidad de la luz mientras yo me alejaba para reunirme con Sebas, que manteniendo una distancia prudencial con el incidente, continuaba cagándose de risa.
Fue cuando la mexicana caliente se bajó al ombligo de Heinke y comenzamos a notar como éste comenzaba a ruborizarse y a toser nerviosamente que intercedimos y no me preguntéis cómo, sacamos a Heinke de allí sin sufrir daños colaterales.
Una vez a salvo, decidimos salir a darnos un trago a la calle y vimos a Pablo Fuertes, que en ese momento estaba comentando con otra gente cómo una mexicana fea como un demonio se le había tirado al cuello, frotándose contra su bragueta y que había salido de allí espantado.
Ya no volvimos a entrar en la fiesta.
Lo que vino después no sé si lo conocerán. A la mañana siguiente, la historia de la mexicana, entre risas, ya era conocida por nuestras chicas, que se lo tomaron en principio como lo que fue: una situación surrealistaa de la que reirse durante largo tiempo. Eso sucedió al menos al principio. Y digo al principio porque bastó que sacase mi camiseta delante de la China para que a esta le dejase de hacer gracia la historia. Parece ser que tenía ciertas señales bucales en el territorio abdominal. Yo no me había dado cuenta. Yo argumenté que debía de haber sido la China quien me lo hiciese puesto que yo no había notado ningun síntoma de mordisco mexicano durante la noche. La china no tuvo la misma opinión sobre el asunto, lo que provocó cierto estado de tensión que se fue diluyendo, en una larga media hora, hasta que volvió a escucharse la ya, llegados a este punto, inesperada risa de la china, ese amor de novia.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Frio Invierno
lunes, 3 de septiembre de 2007
la vieja de lovaina
Mariage Sabine & Arnold
viernes, 31 de agosto de 2007
domingo, 26 de agosto de 2007
Leyendas urbanas V
Nadia (prometo que esta es la última!. Puta Sebas, que ideas de ponernos a recordar leyendas, se vuelve un vicio…)
Leyendas urbanas IV
Nadia (sabes que te quiero Mari!!)
LEYENDAS QUE ME HAN CONTADO, por el Chino
1. De cómo Rupay descubrió, para mi asombro y el de Sebas y Heinke, un primitivo interés femenino que yo no recordaba, datado en la prehistoria de mi louvanismo.
2. De cómo Mariana, el primer día que la conocí, me retuvo infinitamente en un bar (hasta que otra persona tuviese a bien hacerme caso) y terminó rematando de cabeza el baldosín de Lovaina.
3. De en qué estado físico me encontraba yo en mi primera cita con otra persona.
4. De cómo Heinke se despertó con la cara pegada a un culo peludo.
5. De cómo Heinke, Sebas y yo nos salvamos del ataque de la mexicana en celo una noche en Kot carrefour.
6. De cómo Agustín, el argentino, le lanzó una consistente piedra a la nariz a la china y esta propuso bombardear argentina, por lo menos.
7. De cómo Aida sobrevivió impunemente a una fabada nocturna mientras que Heinke estuvo a punto de dar a luz y yo intentaba respirar por las branquias.
Voten, voten.
Leyendas urbanas III
Leyendas urbanas II
Dicen que ese mismo verano de 1996 un conocido hombre de origen marroquí había enamorado a dos latinas, cuyas nacionalidades ya poco importan para la leyenda. Tal héroe de Sherazada, pudo vivir su doble romance no mil noches pero si poco menos de cien. Hasta que un buen día lluvioso de fin de seconde sess, saliendo de la gare, fue sorprendido en la Place de l’Université por las dos mujeres armadas de carteras, tacones y dispuestas a perseguirlo por todas las direcciones posibles: Grande-Rue, rue des Wallons, rue de la Gare. Contaron muchos años después que si bien la historia había sido olvidada en el pequeño pueblo de Lovaina, todavía se hablaba de ella en las calles capitalinas de Schaerbeek. Nadia |
viernes, 24 de agosto de 2007
Leyendas Urbanas
Por eso les propongo titular esta sección: Leyendas Urbanas. En ella, los invito a compartir aquellas anécdotas que son vox populi pero de las que ya no sabemos que es verdad y que es exageración. Y para mejor ilustración, empiezo yo:
Dicen que durante el verano del 96, el Diego Ruiz andaba de capa caída por tener 9 materias para la segunda session. Para colmo, estaba enojado con Dieter por que éste buscaba todas las maneras posibles para poder tener una segunda session ya que sólo había sacado una distinction y quería presentar exámenes ya aprobados (cosa que en los anales de la U, no se había visto). Pero nadie contaba con que el destino se pondría tan vergonzosamente de parte de Diego ya que no solo logró aprovar el año si no que uno de esos 9 exámenes lo aprobó sin estudiar. Al tratarse de un oral, fue desde la mañana a recoger y sistematizar lo que los estudiantes de turno respondían y al tocarle el turno, cayó sobre una de las preguntas que ya había salido... Fue así como el Ruiz desafió y venció al destino. ¡Salud por eso!
JORGE BURGOS (EL CHINO, COÑO, EL CHINO)
jueves, 23 de agosto de 2007
Bailando salsa...
Hablar sobre Lovaina y sus latinos sería como contar las mil y una noches… Nunca mejor dicho y, por cierto, recomiendo que a nadie se le ocurra hacer un árbol sexualógico sobre las parejas que hubo, hay y habrá de latinolovainescos, porque ahí sí que quedaría “la media cagá”. Es mejor que haya cosas que no se digan nunca… para hacer que Radio Lovaina siga y siga existiendo.
Para mí, como española crecida en Bélgica, Lovaina lejana vaina fue un respiro entre tanto gris. Allí aprendí a amar, a desamar, a reír a todo pulmón, a bailar, a emborracharme y a llorar y, obviamente, lo que es la AMISTAD (avec un grand A mayuscule) con mi adorada compatriota (Cataluña sigue siendo española, que conste). Creo que la vida es básicamente saber encontrar el justo medio entre estos dos opuestos; porque nunca habrá el uno sin el otro (AMÉN).
Cuando se acaban de cumplir 10 años (!!!!!!) de mi salida del colegio y por lo tanto llegan los 10 de mi entrada a Lovaina, uno hace balance y, después de reencontrarme cara a cara con Carlangas y Nadia, da gusto saber que hay empatías que siempre existirán. Y es increíble saber que cuando llega un gran susto a la vida de uno, estos latinescos saben responder como ni siquiera hubiese intuido. Saber que esto existe me hace muy feliz (y de eso se trata, ¿no?).
Lovaina lejana vaina también ha hecho crecer la familia Simmross y creo que por eso sí hay que estarle inmensamente agradecidos a todas esas horas de blocus en la biblioteca de Teología.
Y bueno, aunque siempre lo intuí de alguna manera (ya me conocen mis brujildadas), entre todos confirmasteis mis ganas de pasar aquí, en Chile (pero podría haber sido en cualquier otro vecino), mi vida y mis ganas de entregar lo mejor de mí misma a un país –en este caso a la comunidad cultural chilena como editora–.
La ya no tan flaca (porque lo que no mata engorda) Alicia.
miércoles, 22 de agosto de 2007
LLN
Caminamos eternamente por esas calles. En ellas nos conocimos. ¿Qué nos unió? Que recorrimos todos muchos años las mismas calles. De día, de noche, de madrugada. Con sol, lluvia o nieve. Solos, en pareja o en medio de un grupo. Los fines de semana cuando la ciudad era nosotros y los días de clase cuando desaparecíamos entre todos los rubios. En los enormes auditorios fuimos anónimos, cada uno un pequeño recuerdo de su país, un proyecto de algo, de muchos sueños incipientes. Nos cruzábamos en las bibliotecas una tarde cualquiera, estudiábamos juntos en los interminables días de blocus. Nos visitábamos en nuestros kots que convertimos poco a poco en nuestro hogar. Ahí aprendimos a cocinar, a convivir, a hacer plannings de estudio, a improvisar camas para amigos borrachos y amigas con el corazón herido. En las noches creamos mundos paralelos que de hecho muchos aún ignoramos. Pasaron cosas divertidas, inesperadas, secretas e inolvidables. Lo más divertido es que aprendimos todos a bailar y a tomar. Las fiestas hubieran podido durar más de una noche, si no hubiera sido por los responsables que madrugaban a estudiar, las parejas que no compatibilizaban en temas nocturnos y los borrachos que se tomaban a pecho eso de “les hommes savent pourquoi”. En todo caso, bailando rompimos barreras, nos roseamos, nos tocamos, nos abrazamos. También en las noches amamos. Con la energía del despertar a la vida, con la fuerza de la lejanía y la soledad. Amamos una noche, tres meses, cinco años. Amamos para casarnos o para dejarnos, en todo caso amamos para nunca olvidarnos. Nos conocimos en esas calles porque hablábamos el mismo idioma. De manera diferente pero nunca lo suficiente para no romper con todas las fronteras. Cuando nos reuníamos viajábamos juntos por todo Latinoamérica. Nos fuimos apropiando de los acentos vecinos y compartimos nuestros mundos hasta que se fueron convirtiendo en uno solo. El de los latinos de Lovaina. El que sólo entendemos nosotros cuando nos volvemos a encontrar, cuando nos abrazamos, cuando recordamos y reímos. LLN fue una burbuja que llegó a sofocarnos pero que nos costó dejar. Quizás porque en ella éramos simplemente y solamente nosotros mismos. Pudimos no conocernos cada uno lo suficiente, no ser todos los mejores amigos de todos, pero poco a poco nos vimos construir lo que somos, nos acompañamos mientras crecimos. Hoy, muchos años después en la distancia, no dejamos de acompañarnos. Justamente porque recorrimos todos eternamente esas mismas calles.Nadia.